The Giallo Collection # 5: Lizard in a Woman's Skin (1971)

Título Original: Una Lucertola Con La Pelle Di Donna
Título: Lizard in a Woman’s Skin / Una Lagartija Con Piel de Mujer
Dirección: Lucio Fulci
Guion: Lucio Fulci, Roberto Gianviti, José Luis Martínez Mollá y André Tranché
Producción: Edmond Amati
Dirección de Fotografía: Luigi Kuveiller
Dirección de Arte: Román Calatayud
Montaje: Zack Staenberg
Música: Ennio Morricone
Intérpretes: Alberto De Mendoza, Georges Rigaud, Jean Sorel y Stanley Baker
País: Italia
Año: 1971

imdb: http://www.imdb.com/title/tt0067361/reference
Tagline: Biting, Gnawing Terror Claws at Your Brain!

    El director italiano Lucio Fulci (fallecido en 1996), es conocido como el "Padrino" del gore, o al menos uno de ellos, quién junto a Herschell Gordon Lewis son las figuras más recordadas de este sub-género. Pero en la época de los setenta, y con el auge que consiguió el género Giallo debido al éxito de la trilogía "animal" del realizador Dario Argento (Giallos nombrados con títulos que involucran animales como The Bird With the Crystal Plumage (El Pájaro de las Plumas de Cristal, 1970); The Cat o'Nine Tails (Las Nueve Colas del Gato, 1971) o Four Flies on Grey Velvet (Cuatro Moscas Sobre Terciopelo Gris, 1971), Fulci se apuntó a la realización de algunas películas de este tipo, como lo es Una Lagartija Con Piel de Mujer. La carrera de Fulci comenzó como documentalista a la vez que se forjó como un prolífico guionista a finales de los años cincuenta. Posteriormente, debutó como director en 1959 con la comedia I Ladri, a lo que siguió una serie de películas de géneros variados, desde Westerns y comedias hasta películas históricas. Llegaría el momento en 1969, en el que Fulci decide hacer una película de suspenso titulada Perversion Story, una especie de pre-giallo en el que el director italiano se inspiró, a la vez que homenajeaba al director Alfred Hitchcock y su Vetigo (1958). Posteriormente entraría de forma directa en el Giallo con dos muy buenas películas Lizard in a Woman's Skin (1971) y Don't Torture Donald Duck (1972) clásicos para los amantes del género. Ya a finales de los setenta y principalmente en los ochenta, Fulci se decanta por el horror más visceral, llegando a su período más macabro. Pero volviendo a Una Lagartija con Piel de Mujer, aquí nos encontramos con un filme onírico, en el que a pesar de no tener un asesino enguantado, sigue algunas convenciones del género, en el que la identidad del perpetrador por ejemplo, está enmarcada en un muy buen elaborado misterio que no se desenvuelve hasta el final de la película. Muchas partes del filme se construyeron como una pesadilla, escenas que son predilectas del director italiano y en las cuales demuestra su destreza visual.

    El Giallo también escrito por el mismo Fulci, cuenta la historia de Carol Hammond (Florinda Bolkan), la hija de un prominente abogado y político Edmund Brighton (Leo Genn), que está obsesionada por una serie de pesadillas eróticas y tenebrosas que involucran a su hermosa vecina Julia Durer (Anita Strindberg). Carol se siente evidentemente atraída y desinhibida de Julia. Su psicoanalista le interpreta los sueños como una expresión de sus sentimientos contra la vida hedonista que lleva Julia, su conciencia la desaprueba pero a su vez es atraída por la libertad sexual que expresa tener. Los sueños continúan, hasta que en uno de ellos, Carol se ve a sí misma asesinando salvajemente a Julia con un abrecartas, mientras es observada por un par de hippies que están en ese momento en la habitación. Todo parece confuso, hasta que se da cuenta que el asesinato ha ocurrido en la realidad. Debido a que el abrecartas con que fue asesinada Julia pertenece a Carol, ella es inmediatamente convertida en la principal sospechosa. El sueño del asesinato que tuvo Carol concuerda exactamente con la escena del crimen, lo que hace que su padre, tome las riendas del caso con el fin de defenderla. De ahí en adelante, la historia evoluciona hacia varias hipótesis. ¿Alguien estará inculpando a Carol y tratando de volverla loca? o ¿Existe algún secreto por parte de su esposo quién la engaña desde tiempo atrás?

    La primera parte de filme se desenvuelve como una auténtica pesadilla, con secuencias agitadas creadas por el director, así como el uso desmedido de acercamientos rápidos o inclusive el uso de una pantalla dividida, donde se nos muestra una cena tranquila en casa de Carol contrastada con una fiesta ruidosa en el apartamento de Julia. Después del asesinato y de la aparición de un detective de Scotland Yard (el cual cuando está meditando se pone a silbar), se nos muestra la búsqueda de la verdad por parte de la policía londinense y por consiguiente el espectador irá armando las claves el guion. Es aquí donde el filme se desenvuelve con mayores dosis de suspenso, mediante el uso de escenarios y locaciones estupendas, que Fulci sabe aprovechar al máximo. En algún momento del filme, Carol es perseguida por un asesino, secuencia que dura cerca de 10 minutos muy bien planeados, pasando desde locaciones abiertas y muy hermosas, a espacios cerrados, sucios y llenos de animales, en este caso murciélagos –con otra referencia al cine de Hitchcock, esta vez a The Birds (Los Pájaros, 1963)-. Dicha escena se repetiría en un par de películas de Fulci, hablamos del ataque de murciélagos a un personaje femenino como en The House by the Cemetery (Aquella Casa al Lado del Cementerio, 1981) o The Black Cat (El Gato Negro, 1981). Es una escena que muestra lo mejor de Fulci quien es un director asociado con una gran sentido visual y de elaboración de pesadillas más que por la coherencia de sus propios guiones, que en este caso en particular, es una de las pocas excepciones de su cine, pues está más que bien elaborado. Además del homenaje a Hitchcock, Fulci demuestra su amor por otros clásicos del género y homenajea a otro maestro como Polanski, pues su Carol recuerda al personaje del mismo nombre interpretado por Catherine Deneuve en Repulsión (1965) quién de hecho también está obsesionada con unas imágenes.

    Lo más interesante en Una Lagartija con piel de Mujer, es que Fulci fabrica inteligentemente una delgada línea entre pesadilla y realidad, generando dudas en el espectador que va cambiando de opinión en varios puntos de inflexión dentro del filme. Además que pone en evidencia la fragilidad de nuestra falsa seguridad diaria, pues en su cine las pesadillas pueden invadir fácilmente nuestro campo seguro, volviéndonos más vulnerables al horror. Así mismo, en el filme se observan otras claves de su cine, como su obsesión por los detalles, acercamientos a los actores para capturar la expresión de terror en sus rostros también con la prolongación del sufrimiento –algo que comparte con Argento-, pues las secuencias de persecución son elaboradas y cada vez más oscuras. Aunque esta última idea ha sido explorada con mayor profundidad en sus posteriores filmes, en los que el miedo de los personajes seguido por una violencia física casi nunca tiene reversa.

    El filme está protagonizado por algunos actores recurrentes en el género Giallo como Florinda Bolkan (que aparece en Don't Torture a Duckling también de Fulci), Alberto de Mendoza (The Strange Vice of Mrs. Wardth) o Jean Sorel (A Quiet Place to Kill). En cuanto a la música, en esta ocasión Fulci contó con la colaboración del maestro Ennio Morricone lo cual es siempre una prenda de garantía, además de un estupendo diseño de arte, mostrando decoraciones surreales y con tonos lascivos como las paredes con formas vaginales del apartamento de Julia o una pintura en el estilo de Sir. Francis Bacon. La fotografía es otro elemento a destacar, con una predilección por el enfoque selectivo y los acercamientos, otorgándole dinamismo a la historia. Y para terminar, con unos buenos efectos especiales de la mano de Carlo Rambaldi, quien trabajó en películas como Profondo Rosso (1975) de Argento, o en King Kong (1976) de John Guillermin. En ese sentido sobresale la escena en la que el personaje de Carol entra a una habitación donde se encuentran unos perros colgados y abiertos de arriba abajo con su corazón aun latiendo. Dicha escena fue tan realista que fue necesaria la demostración en una corte con las marionetas utilizadas por Rambaldi pata evitar una sentencia a dos años de prisión que hubiese tenido el director italiano por realizar actos de crueldad contra los animales. Aunque ello no paró con el gusto por escenas macabras que el director adquirió con los años.

    Lizard in a Woman's Skin es un buen Giallo, que hace parte de una trilogía lejana, una semi desconocida faceta del director que demuestra que no todo su cine es Gore y que no todos sus guiones son confusos.


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