viernes, 27 de mayo de 2011

Vanishing on 7th Street (2010)


Titulo Original: Vanishing on 7th Street
Titulo Hispano: Desaparición en la Calle 7
País: Estados Unidos
Ano: 2010
Director: Brad Anderson
Guión: Anthony Jaswinski
Intérpretes: Hayden Christensen, Jacob Latimore, Jimmy Bennett, John Leguizamo, Pamela Croydon, Thandie Newton
Productor: Tove Christensen, Lawrence Mattis, Kelly McCormick, Celine Rattray
Fotografía: Uta Briesewitz
Música: Lucas Vidal
Montaje: Jeffrey Wolf

Tagline: Fear lives in the dark

imdb: http://www.imdb.com/title/tt1452628/

¿Cómo es posible que desaparezcan más de cien personas sin dejar rastro en una isla? La isla de Roanoke en Carolina del norte posee un misterio acerca de la desaparición de un grupo de colonos ingleses alrededor de 1590. La colonia conformada por 115 personas simplemente se evaporó sin ninguna señal. Ninguna pista acerca de lo sucedido fue encontrada aparte de la palabra "Croatoan" tallada en un poste de madera [1]. Los Croatoan eran una tribu cercana que siempre se había mostrado amistosa con los ingleses, por lo que el misterio permanece con varias teorías sin comprobar. El misterio ha inspirado algunos pasajes en la obra de Stephen King, particularmente en la miniserie llamada "Storm of the Century" (La Tormenta del Siglo, 1999), historia situada en un pequeño pueblo donde ocurre sin explicación, un suicidio masivo en el mar, mientras que el tema también es abordado en la serie "Supernatural" en un episodio titulado "Croatoan", en donde el significado de la palabra resulta ser el nombre de un virus demoníaco que convierte a una comunidad en seres sedientos de sangre, para acabar de esa forma con el pueblo de Rivergrove [2]. De allí vendría la solución del misterio de La Colonia Perdida.



Así pues, llega el turno de Brad Anderson para hacer su filme inspirado en la historia de la colonia, pero trasladada a la ciudad contemporánea de Detroit, donde una pérdida masiva de energía eléctrica trae consigo la oscuridad total, y con ello la desaparición de casi todos sus habitantes, quienes dejan solo sus pertenencias (ropa, celulares, automóviles, etc). Pronto las horas de luz se hacen cada vez más cortas, las baterías duran menos y la esperanza de existir decrece. Solo un grupo de personas lograrán refugiarse en un bar que tiene un generador, pero este no durará para siempre.

Vanishing on 7th Street trata un tema interesante, ideal para una película de suspenso, la desaparición total de los habitantes de una ciudad, en donde el miedo está en la oscuridad, un miedo tan antiguo como la historia misma, es una situación donde nos sentimos vulnerables al no poder entender qué sucede, sin tener explicación, solo impulsados por nuestra capacidad de sobrevivencia. Anderson empieza el filme con un buen manejo de la tensión, enfocándose en los personajes que terminarán reunidos más adelante, exhibiendo su soledad y su completa ignorancia acerca de lo que pasa generando el gancho para el espectador. La buena fotografía acepta el reto de mostrar formas en la oscuridad, pero de tal manera que se pueda diferenciar lo que está pasando, todo con un moderado CGI. Las formas o sombras son entes vivos que se mueven a voluntad y van acechando a los protagonistas. Estas formas se convierten en siluetas de seres queridos que ya están en el más allá, o al menos eso piensan los protagonistas, quienes pueden llegar a un punto de evaluación en sus vidas, en las que no tienen nada para luchar, sus errores cometidos en el pasado los alcanzan y literalmente, se rinden a la oscuridad.



Muchas preguntas empiezan a surgir en nuestras cabezas, ¿Por qué desaparecieron? ¿Quiénes están en las sombras? ¿Por qué quedan intactos algunos animales? ¿Por qué quedan solo algunas personas vivas?. Estas preguntas que se esperaría que fueran resueltas a medida que avanza el metraje, no lo son, pues el director continúa con una narrativa sencilla y repetitiva, enfocada en las dudas y pensamientos de los protagonistas encerrados en un solo lugar. Las escenas de ataque de la oscuridad son casi siempre similares -a excepción de un gran inicio de la historia-, sin ser del todo atemorizantes, pues las personas "atrapadas" parecen pasar a otro plano del universo donde existirán como sombras. Anderson se enfoca en el conflicto entre los personajes con un claro contenido religioso. Se tiene el hombre reportero de televisión egoísta y pesimista (Hayden Christensen), la mujer fisioterapeuta religiosa quien piensa que todo debe tener una explicación divina, como la desaparición de su bebé (Thandie Newton), el hombre proyeccionista sobreviviente al primer ataque que tiene menos antecedentes en el filme (John Leguizamo) y un personaje infantil el cual expresa humanidad al identificarse con la madre desesperada, logrando una conexión real con ella (Jacob Latimore). El punto de vista del niño, el inocente, es la apuesta por la esperanza, así se olvide de los demás personajes y se manipule el final para que se encuentre con su propia "Eva".

Pero el mayor problema del filme reside en la poca empatía que los personajes generan en el espectador, se demoran mucho en tomar decisiones y en algunos casos no apelan al sentido común, como sería hacer una fogata diaria para repeler la oscuridad -el personaje más inteligente del filme es la niña llamada Briana, la cual es la que menos tiempo tiene en pantalla, pero supo pensar para sobrevivir-. El miedo a la oscuridad es algo con lo que convivimos desde hace mucho tiempo, es un miedo innato de los seres humanos, pero la oscuridad no atemoriza por sí misma, debe haber "algo mas" detrás de ella, y aunque en algunas historias no es necesario y además funcionan mejor sin una explicación, en este caso, el no saber qué está pasando, ni tener una mínima explicación coherente de los eventos, hace que el guion se quede simplemente en especulaciones acerca del ser y de su propia existencia, esbozando mediante flashbacks y diálogos los problemas internos de los personajes, en algunos casos mejor empleados que en otros. El personaje de Luke (Christensen) es el que más trabajo de profundidad tiene, a pesar de no contar con un gran actor en su creación, Luke se va transformando, su humanidad va despertando en los momentos claves del filme. Pero que no se engañe a nadie, el filme no trata el tema con la profundidad filosófica que se requiere, construyendo por momentos un suspenso atrapante pero el cual se va disolviendo poco a poco.



Las reglas iniciales que va creando el filme se van rompiendo cuando avanza la historia, algo inadecuado, pues demuestra que el guion no sabe por dónde seguir. La oscuridad es repelida por la luz, pero dentro de ella se ven sombras que atacan a los personajes, pero llega un momento en que la "oscuridad" puede crear visiones que funcionan como red para atrapar a los sobrevivientes. La oscuridad va creciendo como un ente pensante, creando e imitando voces de los seres desaparecidos, o al menos eso se intuye pues el guion de Anthony Jaswinski no es para nada claro en ese sentido. Si le sumamos a este concepto el hecho de las pésimas decisiones tomadas por los personajes -que ya llevaban más de tres días luchando con la oscuridad y debería pensar mejor sus acciones-, esto hace que el filme pierda credibilidad y emoción. Lo anterior podría ser coherente si se piensa en una teoría en la que los personajes estén en el limbo, en su propio universo de transición. Es posible llegar a esa interpretación si se piensa que cada personaje está en la búsqueda de algo que le falta, un ser querido, todos ellos reunidos en un bar. Por ejemplo, la madre que busca a su bebé y encuentra al niño desamparado quien a su vez está en búsqueda de su madre. El hombre que busca a su esposa y encuentra a la madre desesperada, quedando solo por explicar la presencia del personaje de John Leguizamo, pero su se tiene en cuenta su trabajo de proyeccionista puede ser entendido como un espectador de los sucesos, más aún debido a que este personaje está perdido y no busca a ningún ser querido. Sin embargo, el final del filme descoloca aún más al espectador porque la teoría del limbo tambalea peligrosamente.



Al ver Vanishing on 7th Street queda en el espectador una sensación de estar frente a un filme Shyamalano, en particular al film odiado por casi todos, llamado "The Happening" (El Incidente, 2008), y no solo por la presencia de John Leguizamo, sino por el miedo ante algo que no se puede ver. Shyamalan supo manejar el suspenso con una idea "absurda", sacando una excelente interpretación de Leguizamo, mientras que Anderson se dedicó a filmar la situación de unos personajes atrapados, con un Leguizamo sin peso.

A pesar de todo, Anderson sigue siendo uno de los mejores directores actuales, con grandes obras de suspenso como "Session 9 (2001)" y la inigualable "The Machinist" (El Maquinista, 2004). Con Vanishing on 7th Street parecemos estar ante uno de los habituales casos de "encargo" al que es sometido algunos directores a lo largo de su carrera, un filme que parte de una premisa interesante, pero que no logra crearse por culpa casi que exclusiva de un guion no competente. La calidad de Anderson sin embargo, puede rescatarse en un par de escenas, la escena de la desaparición inicial ambientada en un cine, donde se puede ver su buen desenvolvimiento en el manejo del suspenso y la fluida escena en la iglesia, donde nos presenta de forma interesante como se van apagando las luces de las velas que protegen al personaje infantil. Vanishing on 7th Street se podría entender como una película solo entretenida, un punto menor en la carrera del director que cuenta con varias grandes obras de suspenso a su haber.

Referencias:

[1] http://www.history.com/news/ask-history/what-happened-to-the-lost-colony-of-roanoke
[2] http://www.imdb.com/title/tt0878590/reference

Calificación: 6/10

Trailer:

2 comentarios:

HateLove dijo...

Una de las grandes decepciones del año pasado.

Un film aburrido donde no pasa absolutamente nada durante muchísimos minutos.

Saludos!

tokig dijo...

Si exacto, es una lastima porque Anderson e sun gran director. Espero que se recupere en su próximo film...

saludos Hate!

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails