The Giallo Collection # 11: Death Carries a Cane (1973)

Titulo Original: Passi di danza su una lama di rasoio
Titulo en Inglés: Death Carries a Cane
Título en Espanol: Pasos de Danza Sobre el Filo de una Navaja
Ano: 1973
País: Italia / Espana
Director: Maurizio Pradeaux
Intérpretes: Nieves Navarro, Robert Hoffmann, George Martin, Anuska Borova
Guión: Alfonso Balcázar, Arpad DeRiso, George Martin, Maurizio Pradeaux
Música: Roberto Pregadio
Cinematografía: Jaime Deu Casas
Edición: Eugenio Alabiso
Maquillaje: Duilio Giustini

En el año 1973, ya transcurría una década desde que el maestro Mario Bava impactara las pantallas con el sub-género Giallo, pero fue a principios de los setentas que el director Dario Argento imprimió su personalidad en sus primeros aportes al género, cobijando con su creatividad a los nuevos directores. Solo entre 1971 y 1973 aparecieron más de 50 Giallos, lo que hace inevitable la repetición de ideas a la hora de construir una historia de suspenso de este tipo. Ese fue el caso del director Maurizio Pradeaux, que con pocos trabajos a su espalda, incursionó en el género con "Passi di danza su una lama di rasoio” (Death Carries a Cane), filme en el que además de la obvia referencia al Rear Window (La Ventana Indiscreta, 1954) de Hitchcock, también tomaba un buen número de elementos del cine de Argento, y en especial de su filme "L'uccello dalle piume di cristallo (El Pájaro de las Plumas de Cristal, 1970)".   

Una joven mujer llamada Kathy (Susan Scott) es testigo del asesinato de una bailarina, cuando usa un telescopio de monedas en un parque de Roma donde espera a que llegue su novio Alberto (Robert Hoffman). Cuando él llega cojeando, debido a una lesión reciente en su tobillo, Kathy le cuenta lo sucedido. En el camino en dirección a la estación de policía, Alberto, de forma sospechosa, le pregunta a Kitty si pudo observar la cara del asesino. La pareja reporta el asesinato al comisionado Merughi (George Martin), quien piensa que el asesinato está conectado con el de otra bailarina. Después de unos días, el cuerpo es encontrado, y la policía visita a Kitty y Alberto en su apartamento, donde vemos que el hombre construye muñecos para una obra de su amigo Marco (Simon Andreu). Alberto es encontrado acuchillando a un muñeco, por lo que se apresura a decir, de forma ingenua "no es lo que parece". Kitty, comienza a sospechar de Alberto, pero rápidamente y sin mucho esfuerzo cambia de idea.

Mientras tanto, un periódico filtra una fotografía tomada accidentalmente por un turista en el que se ve al asesino abandonar la escena del crimen, usando un sombrero negro. A partir de las huellas dejadas en las manchas de sangre en el sitio del asesinato, las autoridades concluyen que el asesino está discapacitado para caminar y usa un bastón. Mientras la policía sospecha de Alberto, él comienza a realizar su propia investigación que lo lleva a hacer una conexión con la academia de danza Okrowich y con la ayuda de Kitty decide encontrar la verdad.

Passi di danza su una lama di rasoio comienza de forma similar a L'uccello dalle piume di cristallo, con una secuencia en la que un personaje, en esta ocasión femenino, presencia impotente un asesinato,  mientras que por la premura del momento, ella no recordará completamente todo lo que observó. Pero hay más elementos prestados, como la escena en la que el asesino enguantado abre una caja que tiene una colección de cuchillos y navajas que es idéntico a la escena inicial del filme de Argento. También la investigación que hace el personaje principal que es acusado erróneamente al principio, y los eventos en forma de pequeños flashbacks que tiene Kathy recordando el momento del asesinato. Además, está la academia de Danza que de alguna forma trae a colación el Suspiria (1977) del propio Argento. Es así pues, que Pradeaux estudió perfectamente al maestro italiano para desarrollar su filme, el cual es más o menos solvente, pues utiliza una buena receta antes empleada. El filme posee un cierto nivel de suspenso y algunas escenas puntuales memorablemente construidas, en especial los asesinatos, aunque carece de un erotismo más llamativo. La escena de una mujer anciana en plena oscuridad que posteriormente es alumbrada por medio de la luz de una vela es preciosa, así como el asesinato de la mujer en el automóvil en el que usa el bastón para estrangularla y la secuencia del clímax en el invernadero.

El filme entrega entonces, lo que los fanáticos piden, a pesar de su falta de originalidad, ayudado por la presencia de Nieves Navarro, también conocida como Susan Scott, quien es una heroína habitual de este género. La actriz española quien no fue profeta en su tierra, se convirtió en una actriz de culto en la época del 60 y 70 cuando aparecía protagonizando filmes del género que estuviese de moda en el momento, como lo fue el Spaguetthi Western y el Giallo. Fue gracias a su esposo Luciano Ercoli, que la bella actriz protagonizó algunos reconocidos Giallos como Forbidden Photos of a Lady Above Suspicion (Luciano Ercoli, 1970), Death Walks on High Heels (Luciano Ercoli, 1971) y Death Walks at Midnight (Luciano Ercoli, 1972). Así pues, que esta actriz tan bien habituada al género, entrega una actuación creíble y llamativa como siempre. 

Ahora bien, aunque la estructura del filme está bien definida y el suspenso está bien construido, tiene el problema de tratar de forma excesivamente ingenua al espectador, porque la característica principal del asesino es su bastón, pero mientras la posibilidad de un asesino con discapacidad es más que plausible, no lo es así que en un mismo instante de tiempo, varios de los conocidos de la historia usen bastón o tengan problemas al caminar. Es un elemento poco verosímil que le resta seriedad al filme. Es difícil crear más de un buen sospechoso en este tipo de historias, por lo que su final explicativo es más real que la construcción de los falsos culpables. La muerte portando un bastón es la base del filme, y vaya que si lo utiliza el director en un buen número de asesinatos, entre los que se destaca la escena en que el asesino se esconde debajo de la cama de una bailarina o la escena del automóvil ya mencionada.

Adicionalmente, hay escenas que se pueden considerar cómicas, a pesar de que evidentemente esa no era la intención del director. La primera, cuando el personaje de Navarro accede, sin mucha oposición, a hacerse pasar por una prostituta (posible testigo), e ir a un lugar donde es probable que la recoja el asesino de bastón. El director nos hace saber de la presencia del asesino en el lugar con un plano filmado en cámara subjetiva, pero en otro instante aparece un hombre sospechoso en un automóvil que tiene también un bastón, y cuando la mujer empieza a sentir pánico, la policía se asoma para arrestarlo, y nos damos cuenta de que el hombre es de hecho el jefe de policía, quien estuvo a punto de recoger a una prostituta, dañó la operación encubierta y tiene la desfachatez de enojarse. Otro punto cómico, es casi cerca del final, donde Kitty y su esposo Armando, entran durante la noche en la academia de danza, con el fin de buscar pruebas del asesino. Kitty expresa su necesidad de ir dos veces al baño en los momentos cruciales, y por si fuera poco decide tomar fotos de algunas costuras porque las encuentra muy bonitas.

El filme es por algunos momentos confuso, en cuanto al comportamiento del personaje de Armando, pues el mismo hace recaer las sospechas sobre él, algo que no tiene sentido. Además, las motivaciones que tiene el asesino en la explicación final son demasiado sencillas y de poco peso. Con todo ello, Passi di danza su una lama di rasoio es un Giallo irregular aunque entretenido en la mayor parte del metraje, soportado por sus homenajes/copias del cine de Argento, pero el cual carece de un trabajo más profundo en su guion.

Trailer Alemán: