Director: Mario Bava
Productor: Alfredo Mirabile y Massimo Patrizi
Guión: Marcello Fondato
Fotografía: Ubaldo Terzano
Edición: Mario Serandrei
Música Original: Carlo Rustichelli
Año: 1964
País: Italia / Francia
Intérpretes: Cameron Mitchell, Eva Bartok, Ariana Gorini, Dante DiPaolo, Mary Arden, Thomas Reiner, Franco Ressel
Tagline: The greatest shocks ever filmed
imdb: http://www.imdb.com/title/tt0058567/
El director italiano Mario Bava fue un verdadero maestro en diversos géneros, pero es quizás más reconocido por haber construido historias góticas y Giallos desarrollados con suspenso y estilo. Este maestro italiano fue de hecho el primer realizador en empezar el subgénero Giallo, con su obra en blanco y negro La Ragazza che Sapeva Troppo (La Muchacha que Sabía Deamasiado) en 1963, pero fue con Sei Donne per L'Assassino (Seis Mujeres Para el Asesino), donde consolidó el género, planteando las bases que tomarían los futuros cineastas italianos, además de influir en el cine de terror y suspenso americano.
Seis Mujeres Para el Asesino está ambientada en una exclusiva casa de modas, donde una noche tormentosa, la hermosa modelo llamada Isabella es perseguida en los bosques ubicados en los alrededores de la casa. Isabella será brutalmente estrangulada por un extraño enmascarado, quien se lleva el cuerpo. La mujer estaba relacionada con un anticuario adicto a la cocaína, el cual, nervioso visita la casa para hablar con ella, pero al no encontrarla, le pide que le consiga droga a su amiga y también modelo Nicole. Cuando descubren el cuerpo dentro de la mansión, la policía comienza a investigar los hechos, mientras sus sospechas recaen en el anticuario.
Luego, en una exhibición de modas dentro de la mansión, Nicole descubre el diario de Isabella y lo guarda en su bolso en frente de todos. El diario es robado, pues contiene información incriminatoria, porque al parecer los empleados de la casa y conocidos tienen algo que esconder y sus motivos para matar. El enmascarado comienza su ola asesina contra las modelos para encontrar el diario y mantener su identidad en secreto.
El género Giallo (amarillo en italiano), muy popular en los años 70s, recibe su nombre debido a que algunas de estas películas están basadas en los argumentos de una colección de novelas policíacas, editadas en la década de 1930 en Italia, cuyas cubiertas eran de ese color. Bava le daría la forma a este tipo de cine con este segundo filme dentro del género, donde plasmaría el estilo visual, sirviendo además, como inspiración para posteriores grandes obras del Giallo, en especial para Dario Argento, uno de sus pupilos aventajados. Seis Mujeres Para el Asesino es un filme con estilo, visualmente hermoso y elegante, el director trabaja con los colores fuertes para contrastar y dar personalidad a la película, utilizando el color azul y en especial el rojo, el cual impacta a la vista. El color es visto en abrigos, maniquíes, teléfonos y en el propio diario, así como en cortinas que llenan el espacio, un espacio ideal para armar un diseño barroco, el cual es una de las especialidades del director. Es así como Bava trabaja de sobremanera los diferentes asesinatos que se suceden en la historia, primándolos por encima de la construcción de personajes o el mismo misterio del filme. Este estilo junto con la habitual lista de posibles sospechosos y el asesino enmascarado enguantado, son elementos claves en este tipo de cine, el cual a pesar de dejar en parte la construcción de personajes y hasta la misma actuación, sobresale por la planeación y narrativa de las secuencias de muerte. Claro está que la gran mayoría de directores posteriores que incursionaron en el Giallo lo hicieron con historias poco coherentes, donde se le daba énfasis a la forma, algo que no ocurre en el filme (a excepción de la escena en la que una modelo toma la decisión de esconder un cuerpo en su casa después de encontrarlo en su cajuela), pues los motivos del asesino, revelados en el último cuarto del metraje, son perfectamente lógicos.
Estas escenas de asesinatos generalmente se producen con armas blancas o poco convencionales, como lo demuestra en esta ocasión, donde el asesino utiliza una caldera ardiente, una almohada o un artefacto metálico perteneciente a una armadura. Así mismo, otro elemento importante del filme es la construcción del suspenso previo a los asesinatos, como el enfoque que se le da al bolso que contiene el diario secreto, momento en el cual todos los personajes parecen querer cogerlo, pero ninguno se atreve. Igualmente el suspenso es fabricado con escenas desde el punto de vista del asesino mediante el uso de la cámara subjetiva, haciendo participar al espectador en los asesinatos, así como también, la narración de dos eventos que suceden al mismo tiempo, por ejemplo la escena en que el asesino se lleva a una de las modelos del apartamento a un piso posterior mientras la policía sube las escaleras. Las escenas de muerte casi siempre tienen un motivo erótico, representado por las bellas actrices filmadas con un ojo casi voyerista, donde están en ropa interior o con vestidos rasgados por el mismo asesino, pero sin dejar de ser elegante en su forma de narrarlas.
Bava, todo un maestro en la elaboración del terror gótico, utiliza además, la iluminación, los espacios y el tratamiento del color para generar la tensión, siempre construyendo sus planos con una excelente composición. Esto es visible en la espectacular secuencia del gato y el ratón entre el asesino y una de las modelos en la anticuaria, donde Bava utiliza seguimientos, travellings y grúas para anticiparse en muchos casos a los personajes y a la acción, acompañado de una banda sonora escalofriante compuesta por Carlo Rustichelli. Todo este estilo visual es visto desde los geniales créditos iniciales donde el ojo de Bava va mostrando a los actores como maniquíes, estáticos ante la cámara, seres humanos sin vida. Bava utiliza a sus actores como sus propios maniquíes, moviéndolos a su antojo para crear la composición perfecta.
La elección de un espacio poco frecuente para una película de terror sería adoptada posteriormente por Dario Argento en varias ocasiones, pero en especial con su desquiciada Suspiria (1977), ambientada en una escuela de danza, donde los colores fuertes y escenas violentas son los elementos principales de la misma. Además del espacio, Bava utiliza un final minimalista, alejado de típico final de Hollywood, donde resuelve su historia de forma sencilla y sin espectacularidades, otorgándole además un sentido de unidad, pues el cartel colgante de la escena inicial, el cual se suelta de un apoyo, se relaciona con el teléfono colgante de la escena final.
Seis Mujeres para el Asesino es un importante filme italiano, una de las verdaderas obras clave de éste cine, un clásico que sobrevive el paso del tiempo por su excelente trabajo de cámara e iluminación, además de ser un trabajo seminal de un género estilista, cuya popularidad desafortunadamente decayó con lo años. Claramente adelantado a su tiempo, Mario Bava ha sido imitado hasta la saciedad, pero en algunas ocasiones esas imitaciones han resultado en grandes obras cinematográficas , pues ¿Qué sería de directores como Dario Argento, Aldo Lado o Sergio Martino sin el gran aporte de Mario Bava?. Calificación: 8/10
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