lunes, 2 de junio de 2014

Dune (1984)



Título Original: Dune
Director: David Lynch
Productor: Rafaella de Laurentis
Guion: David Lynch
Fotografía: Freddie Francis
Edición: Antony Gibs
Año: 1984
País: USA
Intérpretes: Francesca Annis, Leonardo Cimino, Brad Dourif, José Ferrer, Freddie Jones, Kyle MacLachlan, Virginia Madsen, Patrick Stewart, Dean Stockwell, Jurgen Prochnow, Max von Sydow, Sean Young, Sting.

imdbhttp://www.imdb.com/title/tt0087182/reference
TaglineYou are about to enter a world where the unexpected, the unknown, and the unbelievable meet.


La primera película de David Lynch filmada a todo color, es también una obra menor en su filmografía, a pesar de contar con un presupuesto gigantesco, pero el cual, conlleva traer a productores e inversores que quieren controlar en todo momento el producto final, cerrando la creatividad de un director que como ha mostrado con creces, trabaja mejor en libertad. Lynch aceptó el reto de adaptar la popular novela Dune de Frank Herbert (primera de la saga) de más de 600 páginas en un filme de tan solo dos horas y media, un titánico trabajo en el que el director-guionista sale a flote tomando los principales elementos de la novela y todos sus llamativos conceptos, como lo es el misticismo que rodea a los protagonistas. Pero siendo un filme de Ciencia Ficción, y partiendo de una base literaria, la ilusión y expectativa por ver algo impactante en la pantalla grande -algo que va íntimamente ligado a los efectos visuales-, se vino abajo, porque en lugar de las grandes batallas planetarias o viajes espaciales, la historia es más personal - Lynch obviamente no es un director de acción en pantalla -, acerca de la evolución de su personaje hasta convertirse en uno solo con el universo, un "elegido" que salvará al planeta Dune, pero como toda profecía que está a punto de cumplirse, da origen a un final previsible, que mientras en la novela es adornado por las diferentes subtramas y trasfondo de los personajes, en el filme de Lynch se ve precipitado, erróneamente editado y que decae peligrosamente en interés.




El planeta Arrakis también conocido como Dune es un planeta desértico, sin agua, pero que tiene un elemento que interesa en todo el universo, la especia Melange, capaz de expandir la conciencia de quien la tome e inclusive puede doblar el espacio permitiendo el viaje intergaláctico, sin moverse en ningún momento. En Dune viven los Fremen, quienes están en contra del control que ejerce el Emperador del universo conocido y esperan que se cumpla la profecía de que el Mesías los libere de la opresión. Por su parte, el Emperador conspira con el barón Harkonnen del planeta Geidi Prime, para acabar con sus enemigos, la casa Atreides del planeta Caladan, quienes están adquiriendo poder. El Emperador permite a los Atreides que resguarden a Dune, pero en secreto va planeando una emboscada con el barón, pues este tiene un traidor dentro del círculo personal de los Atreides.

Paul, el hijo del duque Atreides, es un hombre especial que ha sido entrenado por su madre Jessica, una Bene Gesserit, perteneciente a una orden secreta de mujeres poderosas. Antes de partir a Arrakis, Jessica lleva a Paul donde la Madre Reverenda, quien lo somete a una dolorosa prueba que Paul consigue pasar. La Madre le hablará acerca del Agua de la Vida, proveniente de los gusanos de Arrakis, la cual tiene un peligroso efecto, todo hombre que la ha bebido a muerto inmediatamente. Solo el Kwisatz Haderach, el verdadero Mesías podrá beberla y sobrevivir. Cuando la casa Atreides ingresa a Dune, son emboscados por los Harkonnen, pero Jessica y Paul logran escapar al desierto, donde encuentran a los Fremen. Jessica bebe el Agua de la Vida, y se convierte en la Madre Reverenda, dando a luz prematuramente a su hija Alia, quien nace con gran poder. Paul, ahora conocido con su nombre Fremen de Muad'Dib, les enseña a combatir para lograr impedir el flujo de Melange y los viajes intergalácticos, y de esa forma hacer una rebelión. Finalmente, Paul bebe el Agua de la Vida y se convierte en el Mesías, el elegido, el superhombre que liderará a los oprimidos del planeta Dune.




La historia épica de Herbert -quien de hecho en su momento, se proclamó admirador del trabajo que hizo Lynch con su historia- no es desde ningún punto de vista, fácilmente adaptable a un largometraje, la historia es muy densa, llena de personajes y situaciones importantes necesarias para comprender todo el universo que conforma a Dune. Lynch, a pesar de que toma los principales elementos clave de la novela, realiza un filme de Ciencia Ficción frío, por momentos sin vida, debido a la condensación de la historia, entregando una narrativa previsible. Ahora, la visión particular de Lynch está allí, el filme posee algunos de sus elementos recurrentes; los personajes bizarros, como lo es el barón Harkonnen, un personaje tanto repugnante por fuera como por dentro a diferencia del personaje de John Merrick, el hombre elefante que puede impactar a la vista pero por dentro es un ser generoso y bondadoso. El barón es una de los personajes más perversos de Lynch, con oscuros deseos sexuales, el cual se anticipa al Frank Booth que habita el idílico paraíso de Lumberton. En Dune también se observa el uso de los colores saturados que llevaría a su máxima expresión en su siguiente filme Blue Velvet (Terciopelo Azul, 1986) -el color azul es muy importante en Dune, para mostrar el poder del Agua de la Vida- , así mismo el recurso de los sueños del personaje principal está presente en el filme, aunque sin elementos surrealistas.




La pasividad y acercamiento al texto de la novela va en contra de la evolución natural del filme, pues se presenta como pausado, en cierto sentido teatral en la forma que se recitan los diálogos y evidentemente sin cambios de ritmo. No ayuda, además, que los productores no dejaran de ejercer control sobre el director, que al final accedió a sus demandas incluyendo la de negarle un corte final de la película. Estos hechos harían que el propio Lynch declarará que cometió un error al aceptar la dirección de este filme, hecho por el cual en algunas versiones está firmado como Alan Smithee, un pseudónimo utilizado por realizadores que no quieren ver su nombre en el producto final. El productor que poseía los derechos de la novela, Dino de Laurentis, escogió a Lynch por sugerencia de su hija Rafaella, quien había visto el buen trabajo de Lynch en su clásico Eraserhead y por supuesto en una de sus obras cumbres como lo es The Elephant Man. Con casi 20 años después de la publicación de la novela original, el proceso de producción del filme fue acelerado, teniendo en cuenta que la selección inicial para el filme era Alejandro Jodorowski, otro realizador surrealista, y posteriormente el tándem Ridley Scott/H.R. Giger, como realizador y diseñador de producción, respectivamente, decidieran dejar el proyecto. El monstruoso proyecto se financió con la importante suma de 40 millónes de dólares, gran parte gastada en los enormes y diversos decorados que comprenden el filme. Pero, mientras los decorados y las pinturas hechas en mate reflejan fielmente el universo de Dune, hay otra gran cantidad de efectos que se ven de poco valor, restándole calidad al producto -acá entraría los escudos protectores por ejemplo-. Sin embargo, es rescatable la creación de los gusanos de arena y en general los efectos creados por el especialista Carlo Rambaldi, quien continuaría con su exitosa carrera en Hollywood.




El impresionante casting, que incluye a actores de la talla de Max von Sydow, José Ferrer o Patrick Stewart, entre otros, se ve desaprovechado, por la confusa narrativa que se enfoca más en los diálogos citados por los personajes que en el crecimiento personal de ellos. Empero, el descubrimiento del actor Kyle MacLachlan por parte del director Lynch, sería uno de las pocas retribuciones que el realizador obtuvo con el filme, pues el actor sería su enfoque para sus siguientes películas donde le sacaría el mayor provecho.

Dune es una película que se enfoca menos en las batallas, armas y naves para centrarse en el crecimiento espiritual de su personaje principal. El filme es un viaje de iluminación de la conciencia. Las escenas oníricas tan discernibles en el cine del realizador, se ven acá como sueños premonitorios, los cuales se cumplen exactamente como se sueñan, y algunas veces se pasa a la realidad en el mismo instante de la visión, pero en ningún momento son tan surrealistas como en sus otros largometrajes. El crecimiento personal de Paul está ligado a las criaturas de Arrakis, los gusanos de arena, pero esa comprensión que hace el personaje no se exterioriza en ningún momento, el espectador aprende de ese mundo a través de los diálogos, pero se confunde con lo no dicho, lo no mostrado. Es allí, donde los lectores de la novela pueden sacar un mayor provecho de la historia, pues tiene las herramientas adecuadas para ello. Al final Dune es un filme que decepcionó a los fanáticos de la novela, esperando una versión más larga y completa y a los fanáticos de Lynch que no pudieron ver otra de sus grandes obras plasmada en pantalla, pero para los últimos la espera no sería larga, pues dos años después el director entregaría otra obra maestra.



Trailer:


The Giallo Collection # 22: Don't Torture a Duckling (1972)



Título Original: Non si sevizia un paperino
Título en Español: Angustia del Silencio
Título en Inglés: Don't Torture a Duckling
Director: Lucio Fulci
Productor: Renato Jaboni
Guion: Lucio Fulci, Roberto Gianviti y Gianfranco Clerici Fotografía: Sergio D'Offizi
Edición: Ornella Micheli
Año: 1972
País: Italia
Intérpretes: Florinda Bolkan, Barbara Bouchet, Tomas Milian, Irene Papas

imdbhttp://www.imdb.com/title/tt0069019/reference

Lucio Fulci, más conocido como el "Padrino del Gore", empezó su carrera con películas de comedia, pero construyó su nombre en el mundo fantástico, que era obviamente su pasión. El a veces incomprendido cineasta, aportó varios Giallos a la historia cinematográfica, en especial dos que resaltan por méritos propios, Una lucertola con la pelle di donna (Una Lagartija con Piel de Mujer, 1971) y Non si sevizia un paperino (Aungustia del silencio, 1972). Precisamente, este último fue reconocido por la crítica en su momento, aunque el director no haya tenido esa constante con la mayoría de sus filmes, por el hecho de ser creados a partir de guiones confusos, enfocados en lo visual y generalmente con situaciones híper violentas, haciendo que el público que aprecie su cine sea de un tipo especial, no apto para todos. En Angustia del Silencio, su Giallo más fino, co-escrito por el propio Fulci, el guion está más elaborado y mejor engranado que sus largometrajes habituales, tomando los puntos claves del género Giallo, para aplicarlos a una historia rural, donde no solo la violencia es materializada, sino también parte de crítica social y religiosa a la vez que tiene sus influencias del neorrealismo que hizo famoso a su país.




Los adolescentes están siendo asesinados en un pequeño pueblo llamado Accendura. La policía italiana junto con un curioso reportero, tratan de encontrar al asesino y detener estos salvajes crímenes, mientras el pueblo comienza a ceder ante el pánico y la paranoia. A media que los asesinatos se acumulan, un puñado de sospechosos, la mayoría mujeres, van surgiendo, pero cuando se van descartando uno a uno, los cadáveres siguen presentándose. Finalmente, una pequeña niña, que no puede hablar, puede tener la clave que resolverá el misterio, pero ¿podrá el periodista llegar a ella antes de que se convierta en la próxima víctima?




La gran virtud de Angustia del Silencio es el escenario, un pueblo rural donde la modernidad aún no ha llegado y los lugareños quieren tomar la justicia por sus propias manos. Fulci, narra con soltura y con elementos neorrealistas, la historia en este pueblo pobre localizado al sur de Italia. A diferencia de la mayoría de los Giallos, que están ambientados en apartamentos, galerías de arte y ciudades de clase media, Angustia del Silencio presenta una historia más del pueblo, y más cercana al corazón del director. En él, se tienen creencias religiosas, así como de supersticiones y brujería. En este contraste de creencias, se debaten los habitantes del pueblo, donde la pérdida de la inocencia es evidente. Allí encontramos dos elementos que tenía muy presente el director a lo largo de toda su carrera, el sexo y la muerte. El impulso sexual es el detonante de los asesinatos. En Accentura, se muestran a los niños ávidos por el sexo, representado en tres de ellos, quienes constantemente hacen de voyeristas cuando van a una casa alejada donde llegan las prostitutas a ofrecer sus servicios a los hombres del pueblo. Además, el filme que es novedoso en cuanto a las víctimas, todos menores de edad, haciendo más truculenta la historia. Esto guía a una atmósfera malsana y perturbadora, desde la escena inicial cuando la bruja del pueblo desentierra los restos de un infante, hasta la constante predisposición de la mujer promiscua del pueblo, la hermosa Barbara Bouchet, que busca cualquier excusa para mostrar sus encantos a los adolescentes -con elementos obvios de pedófila-. El erotismo y el contraste con la inocencia están allí, para sentar los motivos de los asesinatos pero también para impactar, de forma eficiente al espectador.




El segundo elemento clave es la muerte, o la violencia, tan voyerísticamente filmada por Fulci. Aunque, Angustia del Silencio, no está dentro de su etapa más gore, evidentemente tiene una violencia explícita inusual. En una escena inquietante, justo cuando la bruja del pueblo (Florinda Balkan), ha sido liberada, pues es inocente de los asesinatos, los padres de las víctimas no lo creen así, y la siguen hasta un cementerio. Una vez allí, la mujer es rodeada y ajusticiada con cadenas, una escena construida lentamente, haciendo énfasis en la tortura y la crueldad humana, elementos habituales del cine gore de Fulci, que expresan de forma inequívoca lo que un humano puede hacer cuando tiene el poder. La escena, termina en una genial secuencia de la bruja arrastrándose, ya moribunda hasta la carretera donde pasan los automóviles sin prestarle atención. Así mismo, la escena final del asesino cayendo con el rostro golpeando directamente a unas rocas -con unos efectos que ya no funcionan en pantalla y los años le han pasado factura-, es un recurso propio del director al que le importaba mucho más el impacto visual por encima de otras cosas.




A pesar de que el filme tiene sus variaciones y novedades en el género, también tiene elementos comunes, sobre todo en lo referente a un buen número de sospechosos. En este caso, no importa el género, pues los sospechosos son mujeres y hombres por igual. El padre que le gusta jugar fútbol con los niños, la bruja que quiere vengarse de ellos utilizando muñecos y agujas, la mujer promiscua del pueblo, y hasta el hombre retrasado que trata de sobrevivir. El misterio está muy bien construido desde el guion, pasando por cada uno de los sospechosos, pero eliminándolos uno a uno mediante coartadas o eventos que no se vieron en pantalla. El periodista (Tomas Milian) será el investigador principal, llegando a descubrir la verdad mucho antes que la policía, otro desenlace habitual de este tipo de cine. Además es destacable también, el elemento de las muñecas decapitadas, que tiene la pequeña niña, tratando de emular lo que vio en el momento de los asesinatos, un testigo inocente pero clave para desenmascarar al asesino. Uno de los muñecos, es un pato, de ahí el título en inglés, y que le sirvió a Fulci como Leit Motiv para su filme ultraviolento Lo squartatore di New York (El Destripador de Nueva York, 1982), en donde el asesino emulaba la voz del pato Donald.




La motivación del asesino se revela como uno de los aspectos más fascinantes y subversivos que empleara el director. En lugar, de la construcción habitual del asesino que tiene un trauma psicosexual en su niñez, en esta ocasión, el perpetrador, tiene una idea de idealismo moral amparado por su catolicismo -el director lanza una pista sugerida cuando muestra unos créditos que dividen la película en "primer tiempo" y "segundo tiempo"-. El asesino, busca preservar la inocencia de la infancia mediante la eliminación de aquellos niños que han sido corrompidos por la vida del pueblo, logrando uno de los mejores clímax del cine Giallo. Es una visión valiente del realizador en el sentido de crear una metáfora de la sociedad del momento, guiada por el miedo de la religión.

Angustia del Silencio, nos muestra los aspectos más inhumanos de las comunidades, y cómo el miedo y las supersticiones guían a sus acciones. Además, es un filme innovador en cuanto al escenario y motivaciones del asesino, con suficiente intriga y misterio para que el espectador se centre en ellos a la vez que sirve como una buena aproximación hacia el cine de Fulci, para ir preparando paulatinamente para sus pesadillas más atroces.

Trailer:


La Cabina (1972)



Título Original: La Cabina
Director: Antonio Mercero
Productor: Joe Salcedo
Guion: José Luis Garci y Antonio Mercero
Fotografía: Federico G. Larraya
Edición: Javier Morán
Año: 1972
País: España
Intérpretes: José Luis López Vázquez, Agustín González, Goyo Lebrero

imdbhttp://www.imdb.com/title/tt0065513/reference


El horror bien construido, casi siempre funciona cuando se establece con elementos cotidianos o situaciones normales, sin aspavientos y sin efectos especiales, donde una vuelta de tuerca a una acción normal, como en este caso una llamada en una cabina telefónica se torna ominosa. La Cabina, ha mantenido su reputación de cortometraje de horror macabro y sólido desde hace varias décadas. La razón es la siguiente. El horror mostrado en el argumento es tan simple pero a la vez tan efectivo, que funciona aún el día de hoy, a pesar de que los avances tecnológicos transformaran la forma de comunicarnos y estas cabinas solo se usen en menor medida el día de hoy. La virtud que tiene el realizador Antonio Mercero con esta historia, es la de manipular a su antojo al espectador, pues la historia que comienza de una manera muy jocosa y amena, se va transformando muy lentamente en una desesperación que siente el personaje al estar encerrado, y que ve como todos los intentos por ayudarlo fracasan. Esta desesperación a su vez, se transforma en un sentimiento de terror puro, cuando la finalización de la historia se resuelva de forma macabra. Es por ello que La Cabina, sin ninguna duda, se ha ganado un respeto a pulso entre los seguidores del horror, un cortometraje que ningún amante de este género se debería perder.




La Cabina, cuenta la historia que le sucede a un hombre adulto (José Luis López Vázquez), cuando después de dejar a su hijo en el autobús escolar, entra a una cabina telefónica, recién instalada en un parque de Madrid, con el fin de realizar una llamada. El teléfono no funciona, pero en ese instante, la puerta de la cabina se cierra de golpe y cuando el hombre trata de salir la puerta no cede. Todos sus intentos por forzar la puerta fracasan. En ese momento, dos hombres que van para el trabajo se acercan a ayudarlo, pues el hombre hace señas para que alguien lo auxilie. Los hombres tratan de abrir la puerta por la fuerza, pero solo consiguen arrancar la manija. Sin nada más que hacer, y como van tarde para su trabajo, los transeúntes lo dejan allí encerrado.

A partir de entonces se comienza a crear una multitud de personas curiosas al rededor de la cabina. La desesperación del hombre encerrado va aumentando, a medida que los niños y la gente no hacen más que burlarse de su situación. Un hombre con un destornillador se acerca para sacarlo, pero la puerta no tiene tornillos, mientras que hace aparición la policía y hasta los bomberos. Cuando uno de los bomberos se dispone a romper la cabina desde la parte de arriba, llega el vehículo con las personas que la habían instalado temprano en la mañana, levantan la cabina con unos tubos y se la llevan con el hombre adentro a su vehículo. El hombre sin saberlo se verá involucrado en una pesadilla macabra.




Esta idea tan sencilla da pie para que se construya de forma efectiva el horror en el personaje, el cual apoyado en una excelente interpretación de su actor principal, es transferido convincentemente al público. La trama como se mencionó anteriormente, se va transformando poco a poco desde la comedia hasta el horror surrealista. El director, supo crear una atmósfera definida, con el fin de presentar al personaje como si fuese un animal encerrado en un zoológico o en su defecto, una atracción de circo, donde las personas van a verlo para reírse de su situación y entretenerse a costa de su humillación. En una de las escenas más dicientes, el hombre encerrado ve su reflejo en un espejo que están trasladando unas personas en el parque, en ese momento, se ve a sí mismo en su propia jaula. Adicionalmente, la actuación tiene mucho soporte para la historia, por el hecho de que el personaje prácticamente no tiene diálogos -solo cuando se despide de su hijo-, pues el sonido que se escucha viene del exterior de la cabina en todo momento, elemento que ayuda a aislar el personaje del mundo. Todo su miedo debe ser transmitido a través de sus reacciones, todo un logro interpretativo y de genialidad creado desde un sorprendente guion. La historia posteriormente se transforma en una pesadilla, un horror surrealista que nadie es capaz de anticipar, pero que le otorga a este cortometraje español un estatus de calidad pocas veces logrado.




La Cabina, fue un proyecto desarrollado por la televisión española TVE y el cual ganó merecidamente, el premio Emmy de ficción en el año 1973, entre otros cuantos premios. El guion de José Luis Garci y el propio realizador, consigue narrar una historia claustrofóbica y desesperanzadora, a plena luz del día y en medio de una ciudad muy poblada, demostrando la impotencia que puede caer en cada uno de nosotros bajo una situación aparentemente normal. Así mismo, las otras claves de su éxito están allí. No hay explicación alguna a lo que sucede, no hay motivaciones para ello, no hay una razón lógica para lo que vemos. Nunca un tranquilo paseo por las calles se ha visto tan tenebroso. El terror, llega desde la falta de explicación. Eso es algo a lo que debería volver en más ocasiones el cine de terror actual, a la simpleza a la hora de contar una historia y crear un miedo convincente. La Cabina es todo un logro narrativo y muy cinematográfico que dejará una huella en los espectadores.

Ver cortometraje:


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